lunes, 16 de febrero de 2009

El teatro de los inutiles

GLORIOSA RESURRECCIÓN DEL TEATRO PRINCIPAL




¡Sí!, leen Vds. bien el título, ya tenemos otra vez teatro. Pero el escenario está ahora en las calles, en la corredoiras de las parroquias, en los montes abandonados y, el centro de la escena, en el ayuntamiento o quizás en cualquier bar o tasca o sacristía.

La obra es una opera bufa, que yo no sé muy bien en qué consiste pero es un esperpento ridículo en el que los actores principales son concejales elegidos por nosotros (después de merendolas copiosas, todo hay que decirlo). Tampoco sé yo si estos concejales son listos o tontos, si creen en si mismos o lo fingen, si en su vida privada son buenos o malos.

Ninguna de esas historias es mi problema, yo sólo intento juzgarlos como políticos, ejerciendo mi libertad y derecho de ciudadano. En ese aspecto, yo, que quiero a mi ciudad, los considero irresponsables, caprichosos, ridículos, interesados… Y, sobre todo, desleales con quienes los votaron y, dado que no distinguen entre realidad y farsa, una vergüenza para la MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE TUI. Si los títulos se pudieran borrar de los nombres de las ciudades, por culpa de esta gente, la mía los perdería para siempre. Porque no son leales ni entre ellos, tampoco son nobles (a la nobleza personal me refiero) ni parecen (hay que ser diplomáticos cuando se escribe) querer lo más mínimo a la ciudad que se eleva, haciéndose paisaje, en la colina de piedra. Están a lo suyo y a lo de sus familias. Así, después de alguna retórica, como para disimular, lo declara una concejala en un Faro atrasado que leo. No son verdaderos y sólo se quieren así mismos. Algunos, da la impresión (una vuelta más a la diplomacia) que están por sus intereses. Otro u otros, porque lo de ellos es trepar, figurar o lo que es parecido demostrar quién es quién. ¿Por qué si no alguno dice que de la corporación tienen que irse tres entre los que se cuenta?

Cinco concejales se reúnen como si no se debieran nada a nadie. Tres se dan cuenta y vuelven al redil del alcalde. Todos escuchan a otro, concejal también, que propone un alcalde y veta a dos, el actual y otro, porque van a ser parientes. ¿Pero qué tiene esto de política y de gestión de los intereses y necesidades del pueblo tudense?

Todos, con su conducta, están haciendo de mi ciudad una feria de saldos, trueques, miserias.

El pueblo de Tui lleva siglos perdiendo: capitalidad de provincia, fronteras que atenuaban crisis, industrias, personas de notable prestigio,…pero aún había un poco de dignidad, de una cierta cultura. A algunos nos encantaría que, al menos eso, no se perdiera. ¿Será posible con estos personajes? Creo que no. Llevan muchos años haciendo lo mismo. Recordémoslo.

Que suban todos al escenario del Principal. Así como está, en ruinas, por su culpa, (como su forma de entender la política). Que adornen la plaza de Frómista con las barreras que colocaron en la Corredera. Así ganará nuestra calle más emblemática algo de buen gusto. Y que representen la obra en el escenario, que se digan las lindezas, en las que se vienen prodigando últimamente, entre ellos, con nosotros de público.

¡Ya verán ustedes qué tragicomedia, qué opera bufa, qué ridiculez, qué pena tan grande sentimos todos los que queremos a Tui!



Cuando escribo aún no se sabe qué va a pasar con el centro de salud, ni donde se va a ubicar. Y con eso también han de querer jugar en el beneficio de alguno. Si por culpa de estas historietas interesadas o rabietas de maniáticos de la trepa, se perdiera esta obra, yo espero que el pueblo tudense, dé una cumplida respuesta a esta gente. Y que los concejales que están al margen de estas maniobras, salgan de su “senado”, petroníano o ciceroníano, y se acerquen al pueblo llano. En democracia no sólo valen los “grandes” discursos.

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